domingo, 28 de abril de 2013

Lectura de la clínica


No hay análisis sin formación analítica


Este señor Aa es antifilósofo. Es mi caso.”1


En enero de 1975, en el n° 1 de Ornicar?, donde se publicaban los trabajos y actividades del Departamento de Psicoanálisis de Vincennes, a modo de apertura, se encuentra un texto de Lacan titulado por los redactores de esa publicación como “Proposición de Lacan”, luego se conocería como Quizás en Vincennes... en el volumen que el yerno de Lacan y sus socios editoriales llamaron Otros Escritos.
En el principio del texto Lacan aclara que de lo que tratará es de «las enseñanzas que Freud formuló como aquellas en las que el analista debía apoyarse para reforzar lo que posee de su propio análisis: es decir, para saber, no tanto aquello para lo cual ha servido, sino aquello de lo cual se ha servido.» Un mes antes, en su seminario había dicho : ...es indispensable que el analista sea al menos dos. El analista para tener efectos y el analista que, a esos efectos, los teoriza.”2
Lo primero, ya, es una apuesta fuerte por parte de Lacan. Hacer una análisis implica servirse de la lingüística, la lógica, la topologia, y la antifilosofía, disciplinas que caracteriza como dispensadas según la modalidad universitaria.
En ese texto aparece por primera vez en la obra de Lacan el término:
«Antifilosofía - Con todo gusto intitularía así a la investigación de lo que el discurso universitario debe a su suposición “educativa”. No es la historia de las ideas, tan triste ella, la que la llevará a cabo.
Una recopilación paciente de la imbecilidad que lo caracteriza permitirá, así lo espero, ponerla de relieve en su raíz indestructible, en su sueño eterno.
Del cual no hay sino un despertar particular.»
En la primera parte nos dice que va a proponer cuatro ciencias que se propagan según la modalidad universitaria; pero hay básicamente dos (lingüística, y matemática), y luego una investigación crítica de los impasses del discurso universitario, que implica un despertar de un sueño, que sólo puede ser particular, no universal. Es decir que desde el discurso universitario no puede hacerse eso.
Hay que tener en cuenta que cuando Lacan se refiere al discurso, a esta altura de su enseñanza, se había pasado desde mediados del '69 hasta mediados del '73 trabajando en su seminario sobre la cuestión de los discursos (El reverso del psicoanálisis, De un discurso que no fuese semblante..., … O peor..., Aún). Produce cuatro cuadrípodos+1, a los que solemos llamar matemas de los discursos, escrituras de la estructura de un lazo social (así como la fórmula de la gravedad newtoniana escribe cómo caen las manzanas, por ejemplo).
El discurso desde el cual puede hacerse este trabajo es el discurso analítico, en esto Lacan se diferencia de Freud; “no hay formación del analista concebible fuera del mantenimiento de este decir [decir del inconsciente], y que Freud, por no haber forjado, con el discurso del analista, el lazo con el que se hubieran mantenido las sociedades de psicoanálisis, las situó desde otros discursos que tachan su decir necesariamente.”3 No puede haber análisis, entonces, sin un lazo social en el que ese trabajo pueda tener lugar en su efectividad subversiva (pagar para trabajar, por ejemplo).
Entonces, sólo para comenzar, queda planteado lo siguiente;
analizarse implica trabajar las dificultades que cada sujeto tiene para sostenerse en su existencia, dificultades que son efectos de la relación del sujeto con el lenguaje; por lo cual es necesario servirse de la lingüística (palabra hablada), y la matemática (escritura), teniendo una lectura crítica del devenir de estas disciplinas en la civilización occidental (antifilosofía que permite leer el tratamiento del malestar en la cultura por parte de la ciencia universitaria, sus consecuencias discursivas). La pregunta es: ¿puede haber trabajo analizante sin el recurso efectivo a estas disciplinas?
Analista es el analizante que deviene analista de su propia experiencia. Es pues, en tanto que analizante, que el analista tiene una formación, no es efecto de su recorrido por universidades, cursos, etc.
Matías Eduardo Domínguez
Buenos Aires
27 de abril de 2013

1Lacan, Jacques: Disolución, clase del 18 de marzo de 1980: El Señor A.
2Lacan, Jacques: RSI, clase del 10 de diciembre de 1974.
3Lacan, Jacques; El Atolondradicho.

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