sábado, 1 de junio de 2013

EL OTRO SEXO

La sexualidad infantil y el infantilismo del sexo
               
                                                                     Yo me he permitido decir que el
                                                                                                                sínthome es muy precisamente el sexo
                                                                                                               al cual no pertenezco, es decir una
                                                                                                              mujer”                 
                                                                                                                                              J. Lacan                                                                                                         


Si sostenemos la hipótesis de que en nuestra civilización actual todas las cuestiones referidas al campo de la sexualidad se sustentan, principalmente, en la  fisiología del cuerpo anatómico,  esto mismo dificulta la posibilidad de “olvidarnos” de este  cuerpo  para poder invocar a tales fines, precisiones no ya biológicas sino lógicas.
Con Freud y Lacan podemos pensarlo desde otro ámbito, tomando como eje central el deseo humano independientemente del sexo anatómico. Por eso el desconocimiento de su lectura nos muestra que  nuestra sociedad promueve una moral sexual que desconoce lo central en el ser humano, que es el deseo en la estructuración de la identificación sexuada de esa especie habla-letra.
.
La teoría Freudiana del falo, cuya premisa universal ubica un único sexo, el otro sexo se definiría negativamente por su ausencia, es un problema interesante que coloca al mundo femenino como nudo entre el complejo de castración y la estructura del síntoma. Lacan afirma que la mujer es un sínthoma para el hombre (1), y esto es una cuestión muy precisa respecto a   al anudamiento existente entre la mujer, el síntoma y el sexo.
En su texto (2) Lacan va a relacionar el complejo de castración a lo que es analizable en las neurosis, psicosis, etc, de hecho define la neurosis (histeria) y la psicosis (paranoia) a partir de dos respuestas posibles de un sujeto en relación a la cuestión de la mujer, Lacan define a la histeria como al sujeto que rehúsa ser tomado por una mujer (independiente de la diferencia anatómica). Define a la psicosis paranoica como el sujeto que se toma por  una mujer. (lo que se llama el empuje a la mujer en el famoso texto del presidente Schreber que toma Freud, en el que aquel quiere ser la mujer de dios).
Sería interesante  con Freud y Lacan empezar a dilucidar la dimensión sexual que es la cuestión del falo de la madre ( que se sostiene en las teorías sexuales infantiles que son absolutamente lógicas), y poder ubicar allí lo determinante de esta dimensión, que es el descubrimiento de la castración, y las diferentes consecuencias que se obtienen de la posición de cada sujeto frente a esta estructura. Se trata del sujeto que lee, hay una lectura que es crucial y es que la mujer no es la madre.
Es muy importante poder ubicar la cuestión de la mujer en relación a otras estructuras, e inclusive el lugar que como escritura tiene en las fórmulas inventadas por Lacan.

Es imprescindible  la lectura, sobrevivimos gracias a la lectura y además si precisamos que nuestro organismo cambie constantemente de lectura, me pregunto: ¿por qué no leer con estos otros parámetros estas cuestiones que en un momento de la vida (latencia) quedan reprimidas, inconcientes,  y  luego retornan con una fuerza extrema en la pubertad, produciendo un malestar importante. ¿ Por qué?, si en el mejor de los casos, podemos devenir adultos, ¿no hablar con mayores precisiones a fin de abortar de una vez por todas ese pacto de destrucción de la sexualidad?, y  de la palabra… y del inconciente… y del psicoanálisis…Entonces, pregunto: ¿Es que significa algo todo lo que escribí anteriormente?...

                                                                                          Marcelo Esmoris, Buenos Aires
                                                                          01 de junio de 2013
                                                                                                                       
1)       Le Sinthome libro 23 J. Lacan
2)       La Significación del Falo.  J. Lacan 

martes, 28 de mayo de 2013

Las buenas intenciones sólo llevan a lo peor



A PROPÓSITO DE UNA MUERTE (OSCURA)
“…el sacrificio significa que, en el objeto de
nuestros deseos, intentamos encontrar el
testimonio de la presencia del deseo de ese
Otro que llamo aquí el Dios oscuro.”
J. Lacan

La afirmación hecha por Matías Dominguez en su último escrito respecto del discurso como estructura del lazo social, implicando una ética y una estética, me parece sumamente pertinente al menos para reflexionar cuál es el sesgo que una determinada comunidad, sociedad, etc puede tomar en función de esos parámetros. Paralelamente a este escrito escuché a alguien que apareció dando un reportaje televisivo diciendo a propósito de la escalada de violencia, recalcando lo mal que estamos y que en otros tiempos simplemente alguna autoridad venía te pedía muy amablemente los documentos y ahí terminaba todo, era el ideal del órden, de la seguridad de la patria.
Cuando lacan se refiere a fenómenos como el nazismo, podemos poner en escala a la cuestión de los desaparecidos en Argentina. Lacan dice: “…que son muy pocos los sujetos que pueden no sucumbir, en una captura monstruosa, ante la ofrenda de un objeto de sacrificio a los dioses oscuros…” (1)
Lacan decía que en relación a la fascinación del sacrificio del neurótico ante los dioses oscuros, era interesante que las mismas víctimas en un campo de concentración hicieran una distinción: los que estaban sometidos a la voluntad del Otro, muertos como sujetos, y los que aún habiendo perdido toda dignidad humana, se seguían sosteniendo como sujetos.
Las situaciones de extrema precariedad en las que no hay reconocimiento del sujeto y donde los lazos sociales se quiebran, queda a expensas de la captura por el discurso del poder que aterra y fascina al mismo tiempo. El Poder político al igual que la transferencia, anuda amor, terror y creencia, fuera de una ética termina siendo desvastador, con lo cual todos aquellos tratados como deshechos a eliminar, les quedaba solamente como posibilidad de identificación aquello que tiene una dimensión mortal, la identificación con un Otro.
En nuestro país, la desaparición de personas no fue solamente una maniobra represiva, que se dirigió a aquellos militantes “terroristas”, al margen de todo esto, se instaló una suerte de terror cuyo producto principal fue el silencio. Un slogan que caracterizaba a la época era: “el silencio es salud”.
El dictador decía en un discurso: "No están ni vivos, ni muertos”, describía una suerte de limbo, donde no había nada de que hablar, el discurso en el que se rechaza la palabra y el lenguaje necesariamente invita una ética y una estética muy peculiar, no existe posibilidad de identificación en el sentido del reconocimiento, es la animalidad que dispara la psicosis o en todo caso lo insoportable del pasaje al acto.

Marcelo Esmoris
Buenos Aires, 18 de Mayo de 2013

1) J. Lacan Sem. 11 los cuatro conceptos fundamentales del psicoanális

La música como hecho de lenguaje

”Para mí descubrir sonidos es como respirar aire nuevo, el sonido es como el aire o como el agua que siempre están renovándose”... “Si quisiera hacerme rico con la música lo haría en un mes, pero la música se volvería pobre y no quiero eso, quiero hacerme cada vez más rico espiritualmente, con música buena y creatividad” Hermeto Pascoal




lunes, 27 de mayo de 2013

El psicoanálisis y el fin de la historia


¿El ser humano-animal o el sujeto que ama y trabaja?


Aquello que suele llamarse ser humano no es un animal ni una máquina. Lacan usó el término «ser hablante [parlêtre]» para cernirlo mejor. Incluso, por una homofonía del francés, podemos hablar de «habla-letra [parlettre]».1 Como siempre en Lacan, lo fundamental es la relación del sujeto al lenguaje: la palabra hablada y la escritura que se practican en un lazo social fijado por el lenguaje en una práctica efectiva.
      El habla-letra no tiene una relación directa con el mundo, ésta es mediada por el lenguaje. Si no fuese así, no existiría el incesto, por ejemplo. Cuando vemos a una mujer o a un hombre, no vemos tan sólo a un individuo de nuestra especie. Según la identificación sexual, la estructura sintomática, y el fantasma, vemos un potencial partenaire sexual, un rival, un maestro, un semejante, etc. ¿Acaso vemos de la misma manera a nuestra madre que a cualquier otra mujer?
      No hay positivismo sostenible si no es a condición de concebirnos como animales o máquinas, es decir sin lenguaje. Como un loro repite señales acústicas, o una computadora emite señales gráficas, en ninguno de los dos casos hay articulación posible de significación, pues para eso hace falta que haya incorporales, es decir la marca del cuerpo en el lenguaje.
      El insulto, palabra con peso en la significación, siempre ha tenido un anclaje en el cuerpo y por lo tanto en el sexo (boludo, pelotudo, conchuda, etc.). Hoy en día los chicos se dicen gato....

      ¿Qué puede decir el psicoanálisis acerca de este estado de cosas? Hay que apelar a la responsabilidad política de los analizantes.2 La actitud más común hoy en día es no precisar el estatuto lógico del inconsciente freudiano,3 por lo tanto en psicoanálisis todo tiene que ver con todo, no se puede decir asertivamente sí o no, cosa que Lacan criticó fuertemente en su seminario sobre Los problemas cruciales del psicoanálisis.
      «Afirmar es comprometerse, pero no es estar seguro...».4 Nos comprometemos en nuestra relación al lenguaje y sus consecuencias sexuales, políticas, discursivas, o nos quedamos en la animalidad antropomórfica....5 Ante las dificultades de la primera opción, Freud nos da la respuesta: el psicoanálisis sirve para poder amar y trabajar; ante la segunda opción.... tenemos el mundo de los últimos 70 años.

Matías Eduardo Domínguez
Buenos Aires
24 de mayo de 2013


1 Propuesta de Jean-Michel Vappereau.
2 Matías Eduardo Domínguez, «Algunas consecuencias políticas de la diferencia sexual lingüística», en http://www.lecturastopologicas.blogspot.com.ar/2013/05/instancia-de-la-letra-y-sexuacion.html.
3 La lógica modificada escrita por Vappereau a partir de su lectura de los Scripta de Lacan y su asociación con el seminario: es necesario agregar otra negación a las dos de la lógica clásica.
4 Jacques Lacan, «Acerca de la causalidad psíquica», en Escritos 1, Siglo XXI Editores Argentina, Buenos Aires, 2007, p. 162. María Inés Kaplan nos recordó esta cita.
5 Gilles Lapouge, «Los filósofos no me interesan, busco a los sabios», en Alexandre Kojève, El emperador Juliano y su arte de escribir, Grama Ediciones, Buenos Aires, 2003, p. 58.

domingo, 12 de mayo de 2013

Instancia de la letra y sexuación


Algunas consecuencias políticas de la diferencia sexual lingüística
(Versión provisoria)

La transferencia ha hecho su obra, mostrando que
se trata de una cosa muy diferente
de las relaciones del Yo con el mundo.”1
JACQUES LACAN

Lacan se refirió a la transferencia como la puesta en acto de la realidad sexual del inconsciente2, realidad que se encuentra sostenida por una articulación significante, cuya escritura efectiva se encuentra en las fórmulas lógicas de la sexuación. Si la lógica es el arte de crear necesidades de discurso, pues hay en la sexuación consecuencias discursivas a precisar, ya que ésta se articula en una escritura lógica.
Entiéndase aquí discurso como estructura del lazo social, implicando una ética y una estética determinada. A la ética en relación a las consecuencias de la palabra hablada la llamaremos política.
Entonces la sexuación tiene consecuencias políticas, y los lugares que distingue en su articulación lógica son necesarios para que la práctica del sexo sea sostenible en el lazo social efectivo, en acto:
  • quien se interesa en el falo, es decir la verdad como problema lógico entre palabra y escritura, (MUJER);
  • quien ama a quien se interesa en el falo (HETERO); y
  • quien por un interés demasiado intenso en el falo, termina huyendo del falo (HOMO).

Es importante señalar, entonces, que no se trata de la relación del Yo con el mundo. En la época contemporánea del Capitalismo Científico, el Yo, inmerso en una ideología naturalista y mecanicista que implica negar la estructura equívoca y precisa del lenguaje, toma de la biología una identidad sexual animal3: hombre o mujer, según su equipamiento genital. Aun la nueva promoción de la llamada diversidad sexual es un fantasma que busca orientar a los sujetos al consumo de objetos del mercado.
Lo fundamental, entonces, es dejar de estar loco. Es necesario reconocer la transferencia, la puesta en acto de la realidad sexual del inconsciente, para leerla hasta poder llegar a reescribir y comentar la articulación de oposiciones significantes que constituyen la sexuación del sujeto. De este modo, las identidades devienen identificaciones; el mundo y su ideología, fantasmas; y el objeto de mercado, objeto de goce (satisfacción del deseo, construcción del sujeto en el ejercicio narcisista de leer y escribir en el campo del Otro).

Matías Eduardo Domínguez
Buenos Aires
11 de mayo de 2013
1J.Lacan, La dirección de la cura y los principios de su poder.
2J. Lacan, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanáslis.
3Kojève llamaba a esta degradación discursiva característica del fin de la historia: la nueva animalidad, antropomórfica pero animal.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Sexo. Drogas. Y Rock and roll


Sexo. Drogas. Y Rock and roll



Cada vez mas estamos confrontados con un mundo de expertos, ahora está de moda hablar por ej, de la tan mentada pedofilia, todo el mundo habla muy libremente, y es claro que el hecho de que el sexo sea puesto a la luz del día de una manera absolutamente banal en todos los rincones de la ciudad, no nos proporciona ningún beneficio, mas bien los resultados son nocivos, se puede decir cualquier cosa, y es el estado actual de las cosas, la sociedad permisiva nos convoca a dar respuestas y éstas inmediatamente se reproducen por toda la trama social. Son estos los debates actuales. El psicoanálisis lamentablemente no queda por fuera, está plagado de gente que se refieren a cuestiones de estructura de una manera absolutamente precaria, desconociendo que se trata de algo mas complejo.

Quizás no pretenda ( o si) que al menos algunos se dignen aunque mas no sea a mencionar la existencia de Freud en la historia (ya que hablan todo el tiempo que hay que dar el ejemplo). Habría que al menos anoticiarlos, que hubo gente que trabajó arduamente, fueron muchísimos años de reflexiones, escritos, alocuciones, etc que le permitieron poder establecer ciertas categorías para pensar la estructura.
Seguramente si pensaran un instante lo que dicen, quedarían entrampados por las mismas cuestiones legales que ellos mismos le adjudican a otros, esto es hablar y hacer, dando el ejemplo.
Freud decía que la sexualidad para el animal hablante que se llama hombre, no tiene remedio ni esperanza. Una de las tareas como analizante es la poder hablar mejor de eso, y mas aún poder llegar a escribir con precisión la diferencia sexual.

Por eso, todo aquel que se ponga en relación al psicoanálisis, no podría desconocer las coordenadas fundamentales que permiten delimitar con claridad la identificación sexuada, tendría que encontrar en las palabras el nudo entre la angustia y el sexo.
Ese gran enigma llamado sexo es clave, hay una realidad sexual concerniente al inconciente, por lo tanto el sexo forma parte de la estructura, con lo cual, se podría considerar al sexo como el principal núcleo, generador de un gran malestar en la cultura.

¿Es muy extraño pensar la cuestión sexual como el disparador de este malestar que se presentifica por todas partes? ¿Tendrá algo que ver la tan discutida comercialización y consumo de estupefacientes, cuya función es aflojar la bandolera, como dice Lacan, o sea aliviar el malestar que por lo que decimos tiene esta historia de sexo?, ¿será el alcohol el estimulante que nos afloja para poder hacer soportable la emergencia del deseo del Otro (sexo)?.

No es el existencialismo penoso, el que promueven los filósofos como producto del encuentro con la miseria humana, el que se encarga de todo tipo de desviaciones. Mas bien es que en el inicio por efecto del lenguaje sobre la naturaleza todo está desviado, hay una deriva en el cuerpo viviente y en el espacio, que hace que las cosas se dispersan de tal forma que perdamos el cara a cara con la naturaleza, ella también está trastocada, cada vez mas y mas, ese es el mundo que habitamos, es un universo de lenguaje. Lacan dice muy sabiamente: “tengan cuidado no digan que el sexo no es natural”, y con esto no levantamos ninguna bandera de hacer cualquier cosa con cualquier cosa, pero al menos seamos capaces de pensar que en el mundo humano hay una multiplicidad de posibilidades ya que el sexo mismo es una desviación. Una vez mas no hay modelos naturales, Lacan no dice que la sexualidad sea natural, aprendamos en principio que la naturaleza está alterada, que es el lenguaje cuya deriva permite la multiplicidad de anclajes que desorientan cualquier lógica.
No es sexo drogas y rock and roll, todo junto, comencemos a ponerles puntos.

Marcelo Esmoris
04 de mayo de 2013

domingo, 28 de abril de 2013

Lectura de la clínica


No hay análisis sin formación analítica


Este señor Aa es antifilósofo. Es mi caso.”1


En enero de 1975, en el n° 1 de Ornicar?, donde se publicaban los trabajos y actividades del Departamento de Psicoanálisis de Vincennes, a modo de apertura, se encuentra un texto de Lacan titulado por los redactores de esa publicación como “Proposición de Lacan”, luego se conocería como Quizás en Vincennes... en el volumen que el yerno de Lacan y sus socios editoriales llamaron Otros Escritos.
En el principio del texto Lacan aclara que de lo que tratará es de «las enseñanzas que Freud formuló como aquellas en las que el analista debía apoyarse para reforzar lo que posee de su propio análisis: es decir, para saber, no tanto aquello para lo cual ha servido, sino aquello de lo cual se ha servido.» Un mes antes, en su seminario había dicho : ...es indispensable que el analista sea al menos dos. El analista para tener efectos y el analista que, a esos efectos, los teoriza.”2
Lo primero, ya, es una apuesta fuerte por parte de Lacan. Hacer una análisis implica servirse de la lingüística, la lógica, la topologia, y la antifilosofía, disciplinas que caracteriza como dispensadas según la modalidad universitaria.
En ese texto aparece por primera vez en la obra de Lacan el término:
«Antifilosofía - Con todo gusto intitularía así a la investigación de lo que el discurso universitario debe a su suposición “educativa”. No es la historia de las ideas, tan triste ella, la que la llevará a cabo.
Una recopilación paciente de la imbecilidad que lo caracteriza permitirá, así lo espero, ponerla de relieve en su raíz indestructible, en su sueño eterno.
Del cual no hay sino un despertar particular.»
En la primera parte nos dice que va a proponer cuatro ciencias que se propagan según la modalidad universitaria; pero hay básicamente dos (lingüística, y matemática), y luego una investigación crítica de los impasses del discurso universitario, que implica un despertar de un sueño, que sólo puede ser particular, no universal. Es decir que desde el discurso universitario no puede hacerse eso.
Hay que tener en cuenta que cuando Lacan se refiere al discurso, a esta altura de su enseñanza, se había pasado desde mediados del '69 hasta mediados del '73 trabajando en su seminario sobre la cuestión de los discursos (El reverso del psicoanálisis, De un discurso que no fuese semblante..., … O peor..., Aún). Produce cuatro cuadrípodos+1, a los que solemos llamar matemas de los discursos, escrituras de la estructura de un lazo social (así como la fórmula de la gravedad newtoniana escribe cómo caen las manzanas, por ejemplo).
El discurso desde el cual puede hacerse este trabajo es el discurso analítico, en esto Lacan se diferencia de Freud; “no hay formación del analista concebible fuera del mantenimiento de este decir [decir del inconsciente], y que Freud, por no haber forjado, con el discurso del analista, el lazo con el que se hubieran mantenido las sociedades de psicoanálisis, las situó desde otros discursos que tachan su decir necesariamente.”3 No puede haber análisis, entonces, sin un lazo social en el que ese trabajo pueda tener lugar en su efectividad subversiva (pagar para trabajar, por ejemplo).
Entonces, sólo para comenzar, queda planteado lo siguiente;
analizarse implica trabajar las dificultades que cada sujeto tiene para sostenerse en su existencia, dificultades que son efectos de la relación del sujeto con el lenguaje; por lo cual es necesario servirse de la lingüística (palabra hablada), y la matemática (escritura), teniendo una lectura crítica del devenir de estas disciplinas en la civilización occidental (antifilosofía que permite leer el tratamiento del malestar en la cultura por parte de la ciencia universitaria, sus consecuencias discursivas). La pregunta es: ¿puede haber trabajo analizante sin el recurso efectivo a estas disciplinas?
Analista es el analizante que deviene analista de su propia experiencia. Es pues, en tanto que analizante, que el analista tiene una formación, no es efecto de su recorrido por universidades, cursos, etc.
Matías Eduardo Domínguez
Buenos Aires
27 de abril de 2013

1Lacan, Jacques: Disolución, clase del 18 de marzo de 1980: El Señor A.
2Lacan, Jacques: RSI, clase del 10 de diciembre de 1974.
3Lacan, Jacques; El Atolondradicho.

Clínica de la lectura


La Clínica es la lectura
Por Marcelo Esmoris

Comencemos a pensar la llamada clínica psicoanalítica con cuestiones cruciales que dividieron bien las aguas con respecto al campo de las ciencias. Por eso considero que hay que ser muy cuidadoso en función de cómo ubicarse respecto a lo que llamamos clínica. Es bastante peligroso usar toda la terminología médica para hablar de clínica, (paciente, consultorio, historia clínica, etc). El significante, la palabra necesariamente desvía. Hay que efectuar reflexiones muy precisas para poder dar curso a lo que principalmente considero con Lacan a saber: que la práctica clínica del psicoanálisis es exclusivamente una práctica de la lectura.

Observemos que este carácter propio de la lectura es el principal rasgo diferencial del humano con respecto a los animales.
Es cierto que nacemos prematuros, con lo cual estamos a la deriva respecto a que no nos enteramos que quedamos a expensas del Otro sino en un tiempo lógico mas o menos tardío. Y claro que si no fuera por esa intermediación la muerte sería nuestro único destino. Sin embargo ese mundo en el cuál comenzamos, es un mundo cargado de sonidos, flujos verbales, que hacen mella muy rápidamente en el cuerpo.

Quiere decir que la estructura comienza por el lado de las orejas, tan pronto despertamos a estos gritos, ellos, los padres desde siempre no se oyen gritar, ese es el primer impacto de la estructura que agujerea la superficie y permite una primer tensión subjetiva aún antes de poder ejecutar ningún atisbo de escritura. Ya es un principio de lectura, no hay medios para simbolizar ese malentendido, por lo tanto, ya no es la muerte la que nos espera, es el trauma (el trou, agujero, trou-matismo), es la deformación absoluta de la vida, el lenguaje transforma la muerte en vida aunque siempre hay reserva para la muerte, o acaso no sería la muerte lo que hace a la vida vivible y soportable?
Hay trauma, es lo que se llama represión primaria, y no es el trauma del pasaje de la vida intrauterina al exterior planteada por Rank, el trauma es ese agujero en la estructura provocada por el malentendido de los padres y es ese agujero el que va a permitir que tenga lugar en principio lo que Freud llama las teorías sexuales infantiles.
Habrá un paso más muy importante en el advenimiento de un sujeto en el lenguaje que no es sino lo que Freud llamó la estructura del narcisismo. Y es esta estructura la que permite que efectivamente encontremos los medios necesarios para poder leer.

Ahora bien, un analizante viene con una intuición, con algo leído (obviamente no lo dice así), ha leído algo que lo conmociona a tal punto de tener la impronta de querer decirlo. Puede ser cualquier cosa, puede ser que venga de tomar un café con el ex presidente Kirchner, ya fallecido. Y se trata de no poner eso en cuestión, no es un juicio de valor el psicoanálisis, no se trata de discutir si eso es verdad o no, lo más interesante es que el sujeto pueda llegar a escribir las coordenadas lógicas que le permiten anudar tal o cual cuestión, es por eso que es muy importante que el sujeto en la clínica pueda hacer un desarrollo de la escritura para poder lograr leer otra cosa y en todo caso poder hablar mejor.

domingo, 27 de enero de 2013

El agujeromatismo


LA ESTRUCTURA ALREDEDOR DEL AGUJERO
Por Marcelo Esmoris




“El decir queda olvidado tras lo que se dice en lo que se escucha”(1) Esta famosa frase enunciada por Lacan nos enseña que cuando hablamos existen dos vertientes, que tienen que ver con la estructura del habla y con la represión que se produce en el acto mismo de hablar. Entonces este queda olvidado remite a la represión, a la represión misma del acto, la dimensión del acto es justamente la del olvido, esto quiere decir que inmediatamente que algo se dice o se hace queda olvidado, no lo que se dijo, sino el acto de haberlo dicho, es como el presente, el presente cae automáticamente una vez que se produce.
Lacan al igual que los lingüistas distingue el decir del dicho, el decir tiene que ver con el acto, y lo dicho es lo que queda después del acto, es el resto del decir.

Esta función del decir tiene lugar gracias al traumatismo que Lacan define al final de su obra como el malentendido de los padres. Este traumatismo primario que entra por las orejas produce un agujero en la estructura y da la posibilidad que el sujeto entre en el lenguaje.

Si un sujeto cualquiera entra en el lenguaje gracias al agujero del trauma, siguiendo luego la incorporación y el narcisismo que va a completar la estructura topológica del sujeto, allí ya va a poder hablar, leer y escribir en el sentido que el psicoanálisis lo determina.
De allí se deduce la posición analizante que está en el fundamento del discurso analítico, somos sujetos de la escritura y de la lectura, y es la práctica de este ejercicio lo que va a permitir dar cuenta de la especificidad de lo humano, cada uno se ciñe a un objeto que le interesa, y no se trata de estudiar conceptos, mas bien se trata de re-escritura y re-construcción de conceptos, y es interesante porque sin ese aspecto de re-invención no hay posibilidad de enseñanza. La cuestión se centra en el hecho de poder transmitir los medios de producción de una lectura, o sea no se trata de enseñar lo que dijo Freud o Lacan sino mas bien de volverse sobre los medios de producción de tal lectura que son los que determinan desde donde leemos. Leer es descomponer, producir cortes, para poder reconstruir nuevamente ese flujo de letras.

Con estos parámetros me animo a decir que mucha agua ha corrido bajo el puente desde la Viena de 1900. Con el empuje del capitalismo científico y la omnipresencia de la tecnología en la vida actual, la relación a la lectura y a la escritura están quebrados, los efectos son devastadores.
Cada vez mas, se educa a los niños de forma tal que permanecen en una suerte de sonambulismo tecnológico . Vappereau en su texto (2) afirma: “los chicos empiezan por no poder escribir correctamente su propia lengua, no leen y, finalmente ya no hablan. El rechazo de esta estructura hace que en pocas generaciones, no tengamos mas que autistas”.

  1. El aturdicho” J. Lacan
  2. Clínica de los procesos del nudo” Jean-Michel Vappereau

domingo, 20 de enero de 2013

Hacia una lógica de la enunciación


El inconsciente no es un sillahombre


    En inglés chair, se traduce al español como silla; y man como hombre. Ahora, chairman no se traduce como sillahombre u hombre silla, sino que se traduce como presidente.
    La traducción española del alemán Bewusst, es conciencia, o incluso consciente; y Un es el prefijo que implica negación del término que antecede. Al menos, Unbewusst es traducido como inconsciente, pero luego se suele hacer el razonamiento (in=no)+consciente, entonces inconsciente=no consciente. Me pregunto si esto no será lo mismo que traducir chairman como sillahombre...
    Si escuchamos un diálogo en una lengua que no conocemos percibimos los sonidos, pero no podemos entender lo que se dice, no sabemos como cortar ese continuo sonoro para articular palabras que se nos vuelvan legibles... entonces... ¿somos conscientes de ese diálogo extraño, o no?... De hecho, luego de un rato olvidamos esos sonidos... lo mismo que señala Marcelo Esmoris en el artículo de la semana pasada con respecto al olvido de los sueños.
    En esa hipotética situación hay conciencia, pero también hay algo inconsciente, en el sentido de un saber (en tanto articulación de significantes) no sabido, una de las definiciones que da Lacan del Unbewusst freudiano.
    La clave es, entonces, cómo leer el inconsciente; y este in en tanto negación, es clave porque no es un simple no (consciente).

    Es necesario indagar la operación lógica que implica este no, y para eso hay que indagar el campo lógico en el que se inscribe. Una cuestión fundamental es el aspecto enunciativo que modifica a esta lógica clásica, pero que por el recurso a la escritura que implica, permite precisar esta coherencia peculiar que Freud introduce con el Unbewusst al empujar a la razón a lugares ante los que se detenía. Esto es, la posibilidad del sujeto de que diciendo algo falso diga una verdad.
    Esto es lo que hace que las formaciones del inconsciente no sean simples incoherencias: sueños, actos fallidos, chistes.
Matías Eduardo Domínguez
Buenos Aires
19 de enero de 2013

sábado, 12 de enero de 2013

Leer lo ilegible


EL PSICOANALISIS Y LA NECESIDAD DE UNA LOGICA MODIFICADA
Por Marcelo Esmoris
...la topología vacila entre una
lógica positiva y una lógica ne-
gativa. La topología se definiría
como una lectura de la ilegibilidad.
P. Soury: Cadenas, nudos
y superficies en la obra de lacan

Es seguro que durante 2000 años, desde que Aristóteles escribió las leyes del Organon, la lógica permaneció inmutable y recién sus principios fundamentales se empezaron a cuestionar seriamente en los inicios del siglo XX. Paralelamente apareció en la historia un trabajo subversivo: el descubrimiento del inconciente que coincide con esas revisiones de la lógica clásica. Sin embargo resultó un tanto tardía, a tal punto que Freud mismo se encontró con una tarea harto complicada para dar un fundamento lógico a su gran descubrimiento.
Los llamados principios lógicos: no-contradicción, identidad y tercero excluido que apenas se modificaron desde Aristóteles, son leyes fundamentales para que un enunciado se considere lógicamente bien formado. Ahora bien, ¿qué pasa con la monumental obra de Freud que es “La interpretación de los sueños”, con los síntomas, la lógica del inconciente en relación a los principios lógicos?.
Es sabido que por ejemplo en los sueños se trastocan estos principios: la contradicción es admitida, el tercero excluido no es tal en tanto que el propio soñante es protagonista y espectador y recién deja de ser su propia marioneta al despertar, que dos elementos pueden ser idénticos y diferentes, etc. Está muy claro que lo escena de los sueños se sustentan en otra lógica, y es por eso que cuando despertamos lo olvidamos.

Freud no intentó ocultar esa resistencia del sueño a los principios lógicos, sin embargo su genialidad fue en concluir que las formaciones del inconciente si bien escapan a la lógica, no carecen de razón, todo su esfuerzo consistió en dar cuenta de la existencia de una causalidad diferente, las diferentes tópicas del aparato psíquico explican este trabajo.
Como vemos la lógica clásica no ayudó a Freud a poder escribir sus enunciados.

Lacan, intentó tratar el mismo problema usando sucesivamente diferentes formalizaciones, lógicas y matemáticas cuyo resultado fue el de tener que inventar nuevos operadores lógicos para dar consistencia a los enunciados Freudianos.
Es aquí absolutamente novedoso poder iniciar el camino del trabajo trazado por Jean-Michel Vappereau quien tuvo el coraje de no retroceder antes las dificultades de este nuevo órden de escritura que Lacan vislumbró pero que sin embargo no mostró sino tan solo sus resultados. El trabajo es a construir, eso da necesariamente la modificación de la lógica clásica (construida por Vappereau), y una nueva configuración topológica para la escritura de los matemas fundamentales del psicoanálisis.
Sin la utilización de estos elementos topológicos, entiendo no es posible dar razones de la lógica Freudiana.
Es por eso que hay dos cosas que Lacan dice respecto del inconciente y su lógica. “Lacan dice que al inconciente hay que escucharlo, y hay que leerlo, y para ello hay que poder escribirlo correctamente. Por lo tanto las razones ya no son lógicas, son topológicas.

Existe ya inconciente desde el discurso de la ciencia y desde el discurso capitalista ( lógica clásica). “Pero en el discurso de la ciencia y en el discurso capitalista , no se lo escucha” (1).
Es desde el psicoanálisis con sus categorías y con la invención de un nuevo objeto (a) lo que asegura la posibilidad de que funcione una existencia en el interior de un discurso, y que todo ello pueda ser escrito para poder leerse, con el sistema de escritura que corresponda.

1) Jean-Michel Vappereau: “Clínica de los procesos del nudo”

sábado, 5 de enero de 2013

La enseñanza marxista del psicoanálisis


Los analizantes: marxistas... pero de Groucho


Jamás aceptaría pertenecer a un club
que me admitiera como socio”.
GROUCHO MARX

    Entiendo al psicoanálisis como una práctica discursiva. Discurso, precisado por Lacan como la estructura de un lazo social, escrita en los matemas de los discursos.
     Hay por tanto sólo una estructura del Discurso del Analista, pero, en principio, cuatro formas que toma a partir de la enseñanza de Lacan: la cura, el cartel, el pase, y el control. Comentaré las dos primeras.
    En el cartel, se trata de dar continuidad, en otras coordenadas pero con la misma estructura discursiva, al trabajo analizante. «... es el modo del “ni sólo ni junto”. No puedo hacer solo más que si alguien me asiste bien , es decir me asiste sin asistirme. Se trata de sostenerse como interlocutor, sostener la atención flotante (…) es una modalidad ejemplar para la cura analítica, para el cartel también».i
     Debido al corte que hay entre saber y sexo, que el psicoanálisis precisa, el cartel se trata de una práctica con otros sin comunión. Nadie puede iniciar a nadie al saber, precisamente por ese corte.
      Como no puede compartirse el objeto causa de deseo, llamado objeto a por Lacan, lo que queda por hacer es: «...explicarse con esa estructura. Esto quiere decir dos cosas: uno se explica con alguien, o ante alguien, cuando tiene una diferencia con esa otra persona. Uno se explica, se da explicaciones con esa persona porque no está conforme. Y al mismo tiempo, la estructura de la que se trata es un medio de explicarme a mí mismo, a qué me refiero, qué soy, quién soy, cómo ocurren las cosas.»ii
       Esa estructura es la del discurso analítico, que precisamente por decir-bien que no hay iniciación al saber, por lo tanto tampoco transmisión del saber, es la única que permite este trabajo de enseñante que se-explica, no para enseñar a otro ni transmitir un saber, sino para instruirse; ya que esta advertido de que nadie lo instruirá a él. Es por eso que Lacan inventó el término analizante para referirse al enseñante en el discurso analítico.
      En la cura analítica se trata de ir a explicarse con alguien, enseñarle a un analista de qué se tratan las dificultades para sostenerse en la propia existencia, y de esa forma instruirse, comentarse, reescribir. Es justamente a contrapelo de la imagen social que está instalada: ir a ver a un profesional que sabe y va a enseñar qué hacer.
    Esta práctica del comentario, que implica tomarse como objeto es la que introduce Freud con el narcisismo.iii
Matías Eduardo Domínguez
Buenos Aires
5 de enero de 2013

iPierre Soury, “Cadenas, nudos y superficies en la obra de Lacan”, Buenos Aires, Xavier Bóveda Ediciones, 1984.
iiJean-Michel Vappereau, “Clínica de los procesos del nudo”, Buenos Aires, Ediciones Kliné, 1998,
iiiSigmund Freud, “Introducción al narcisismo”, Buenos Aires, Editorial El Ateneo, tomo 1, 2003.