viernes, 30 de noviembre de 2012
jueves, 29 de noviembre de 2012
La práctica analizante
EL
PSICOANALISIS ES LA PRACTICA ANALIZANTE
Por Marcelo Esmoris
La
gran confusión del siglo en el psicoanálisis es creer que uno va al
analista como va a la peluquería o al gimnasio,- “dígame que me
pasa, ud sabe, interpréteme!” –“bueno, hable mi amigo eso le
va a hacer bien, largue todo, descárguese…”, como si por el solo
hecho de hablar el mal sale , “… bueno si no, llore, llore…”
es mejor”…
Lacan
escribe en “Televisión”: “No hay inconciente si no se
lo escucha, pero no sin discurso” por lo tanto no se trata de estar
sentado en un sillón y dejar que el paciente hable simplemente y
esperar que la habilidad del analista haga aflorar el inconciente y
hop! Poder aprehenderlo y allí interpretar ese deseo que estaba en
las profundidades. Otrora se hablaba de psicología profunda,
entendiendo de esta manera lo que Freud había señalado como
instancia inconciente. No, hay aquí una peculiaridad topológica
que hace que el inconciente sea lo mas próximo a la conciencia, por
lo tanto es el paciente mismo quien debe aprender a leer y
a escuchar al inconciente.
Freud
viene de la neurología y en un momento dado le escribe una carta a
su colega Fliess, y en esa carta escribe: “… yo descubrí en mis
análisis y en el de mis pacientes que vivimos cada uno un drama como
el de Edipo y el de Hamlet”, y ahí es que él deviene analizante
porque él dice “mi análisis y el de mis pacientes” , quiere
decir que en el análisis de sus pacientes histéricas fue el mismo
Freud como analizante que inventó el psicoanálisis, podríamos
decir él hizo su análisis con las histéricas.
Estamos
en la dimensión estrictamente del lenguaje y lo que es su fundamento
es la lectura y para Freud no hay lectura sin deseo, y no se trata de
fenómenos de telepatía paranormal, Freud al respecto dice eso puede
ser que exista, dice: “a mi no me interesa, lo que me interesa es
que hay un deseo que permite leer”. Y es eso lo fundamental en el
psicoanálisis.
El
inconciente tiene un sistema simple de deducción que no se
corresponde a la lógica clásica y es tarea de cada uno ubicar las
coordenadas que permitirían encontrar elementos para poder leerlo.
Es así cómo el mismo sujeto deviene lector y responsable de las
consecuencias de lo que dice. Y es una condición para iniciar un
análisis, parar con el desarrollo de la locura, es decir parar de
ser pensado todo el tiempo por el otro, parar con la cobardía y la
falta de compromiso.
Bibliog.
Televisión: J. Lacan
Psicoanalisis
y Telepatía: S. Freud
Segregación y lazo social
LA SEGREGACION Y EL LAZO SOCIAL
Por Marcelo Esmoris
En El
Seminario de Lacan “El reverso del psicoanálisis”
dice: “En la sociedad todo lo que existe está fundado en la
segregación,… nunca se ha terminado completamente con la
segregación… Nada puede funcionar sin ella… es el efecto del
lenguaje”.
Allí
Lacan vuelve sobre el texto de Freud Tótem y tabú para hacer
un análisis de las consecuencias que resultan de la muerte del padre
y la unión de los hermanos y la emergencia de la ley. Recordemos
que Freud para responder a la cuestión de las restricciones morales,
de las relaciones sociales y la religión es que inventa un mito que
le permite dar cuenta lógicamente de estas estructuras.
Retomando
el texto de Freud es interesante analizar que en el origen de la
cultura y lo que permitiría el órden social, es la función del
padre pero en tanto muerto, ya que según el mito de la horda
primitiva, este protopadre sería el dueño de todas la mujeres, y
los hijos no tendrían acceso a alguna, es por ello que la
confraternidad estaría en función de matarlo y acceder a eso
prohibido. Aquí Freud es taxativo, y dice que el móvil del crímen
no coincide con los efectos del mismo. El móvil es el acceso a las
mujeres por eso matan al padre y el efecto es un sistema de
restricciones que dan origen a la ley a las relaciones entre los
hombres y a la religión.
En
este punto Lacan es también muy preciso afirmando que el empeño que
ponemos en ser todos hermanos prueba evidentemente que no lo somos.
Es claro que la sexualidad humana divide, segrega a los hombres, ella
no hace lazo social. Y Lacan sigue diciendo que sólo conoce un
origen de la fraternidad que es la segregación. No hay fraternidad
que pueda concebirse sino es por estar separados juntos.
Para
finalizar lo que queda de la cuestión del mito de Tótem y Tabú es
la ley, y es el significante que funciona como ley misma, hay hombres
y mujeres que por sujeción a una ley de diferencia sexual quedan
sometidos a un sistema de restricciones, de allí el establecimiento
de la cultura basada en un sistema de oposiciones que son los
significantes mismos.
Bibliog.
J. Lacan. El reverso del psicoanálisis
La instancia de la letra en el inconciente
S. Freud. Tótem y Tabú
martes, 27 de noviembre de 2012
Desear es trabajar
-->
Pagar
para trabajar, trabajar para desear
En la actualidad, se
sostiene en forma tácita la siguiente relación: "trabajo=actividad
para obtener dinero". Empleo=actividad para obtener dinero, es
decir un salario.
Pero, el trabajo es la
relación de un sujeto con respecto a un objeto, que se construye en
la relación misma, y que al mismo tiempo modifica al sujeto. El
dinero no es necesariamente el resultado de un trabajo, ni un trabajo
da necesariamente como resultado dinero. Tomo aquí, la noción de
objeto de las matemáticas, especialmente a partir de fines del siglo
XIX, donde el objeto del matemático es invención de la escritura
matemática misma, escritura que se constituye por la práctica del
discurso matemático.
Bajtín planteó que
la lengua es polifónica. Cuando hablamos siempre estamos citando,
aun sin saberlo. En este sentido, trabajar implica reflexionar sobre
lo que uno dice; es decir, saber qué es lo que cita, explicitarse
las fuentes para hacer una lectura (crítica, en el sentido
kantiano).
El trabajo del
psicoanálisis es solidario de lo anterior. "Wo es War soll Ich
werden", "donde Eso era Yo debo advenir", planteo de
Freud. Reconocerme en un discurso que me habita como extraño, pero
que al mismo tiempo yo habito, y por lo tanto constituyo. Este
movimiento implica poner en juego el narcisismo, el sujeto se toma
como objeto. En el mismo sentido, invierte la proposición al
principio comentada : « trabajo=actividad por la cual hay
que pagar para realizarla ». De esta forma el sujeto recupera
el trabajo, del cual es separado a cambio de recibir dinero. La tarea
analizante, implica entonces dejar de ser asalariado para devenir
trabajador.
La noción de discurso
es solidaria de la de sujeto, y la de polifonía de la lengua. Un
sujeto no "tiene" un discurso, un discurso tiene a un
sujeto, lo sujeta. Está en el deseo de cada sujeto reconquistar su
posición discursiva, es decir no ser mero efecto de un discurso,
sino practicarlo ; y por tanto devenir deseante, ya que el
sentido de todo trabajo es hacer aparecer la verdad que el deseo
medio-dice, y por lo tanto trabajar es leerlo.i
Recordemos que en los matemas de los discursos, el discurso anaĺitico
es el único en donde el sujeto ocupa el lugar del trabajo.
Cuando uno no se
reconoce en relación a un discurso y a la polifonía de la lengua,
es decir no se reconoce sujeto; se está de lleno en la ideología
del capitalismo científico. En cambio, cuando se reconoce la
relación a un discurso, pero no se pueden precisar las coordenadas
discursivas y las fuentes a las cuales se está relacionado en una
situación determinada; se está de lleno en el inconsciente, y
entonces... a leerlo.
Lacan,
Jacques : El reverso del psicoanálisis.
Política y discurso
-->
No hay sujeto sin discurso
por Matías E. Domínguez
« Cuando
los matemáticos se encuentran hay ese “más una”
incontestablemente.
Es decir que es realmente sorprendente que los matemáticos no saben
de qué
hablan,
podría decirse, pero saben de quién hablan, hablan de las
matemáticas como si fuera una
persona.
Puede decirse hasta cierto punto que lo que yo más deseaba era el
funcionamiento de
grupos
que funcionaran tal como funciona un grupo cualquiera de
matemáticos. »i
En la actualidad se pueden observar
dos formas de interacción social : la masa y el grupo. Ya
caracterizadas por Freud en « Psicología de las masas y
análisis del yo », señalaré que ambas implican siempre
salidas agresivas a las problemáticas que se plantean :
someterse a los otros, o someterlos.
Dos de las alternativas que se suelen presentar son :
o bien respuestas por el individuo, o bien respuestas por lo social
(en cualquiera de sus dos formas). El psicoanálisis nos indica que
la última implica una alienación que no deja surgir al sujeto con
su deseo. La primera plantea el siguiente problema : cómo desde
el individuo se puede dar solución a dificultades de relación de
éste con la realidad, que tiene fuertes determinantes sociales,
económicas, etc.
Hay en juego aquí un problema topológico. Primero :
no se da la relación sujeto=persona, ni
sujeto=individuo. Tomo la noción de sujeto de la obra
de Lacan. Para comenzar a plantear la cuestión, hago referencia a
algunos planteos lacaneanos a desarrollar en otras oportunidades:
-un sujeto es lo que es representado por un significante
ante otro significante;
-el sujeto del inconsciente es el sujeto de la ciencia;
-el sujeto del inconsciente tiene estructura de banda de
Moebius.
El último punto deja en claro la diferencia
persona/individuo, respecto de la noción de sujeto : las
primeras siendo planteadas como esferas con un interior y un exterior
(la psicoideología de este tiempo plantea ocuparse del interior cada
uno) ; mientras que el sujeto en tanto banda de Moebius, no
tiene adentro afuera, si no que puede tomarse en lo intrínseco o lo
extrínseco (práctica del narcisismo, el sujeto se toma como
objeto).
La ideología del capitalismo científico plantea,
pues : un individuo-esfera ; o un conjunto de
individuos-esfera (no importa el número), que conforman una esfera
más grande. Ambos implican una polaridad interior/exterior de una
tensión tal, que tarde o temprano vira en agresión.
El psicoanálisis pone a disposición una resolución a
este problema topológico ; la noción de discurso, que entre
masa y grupo, y no como término medio, permite el despliegue del
sujeto. Un sujeto no "tiene" un discurso, un discurso tiene
a un sujeto, lo sujeta. Está en el deseo de cada sujeto reconquistar
su posición discursiva, es decir no ser mero efecto de un discurso,
sino elegir practicarlo o no. Esto implica reconocer la materialidad
del lenguaje para hacer funcionar su efectividad, en el habla y la
escritura, a partir de la lectura.
El
discurso, la estructura del lazo social, es lo que permite que un
sujeto pueda poner en juego su deseo en forma efectiva en la realidad
sin entrar en callejones sin salida con la cuestión
individuo/sociedad : « Cantor
propuso todo su sistema, algunos matemáticos lo injuriaron y al
mismo tiempo él tuvo la impresión de ser un loco.
Pero recibió bien el golpe y continuó adelante. El
tenía
trato con las matemáticas. No es lo mismo en el caso del análisis
porque el análisis está por
crearse. »ii
El exergo hace
referencia al cartel, invención de Lacan para organizar con otros el
trabajo en el discurso analítico, sin que haya la ilusión de
comunidad que se da en la masa y el grupo, ya que esto vira
fácilmente en violencia desmedida. No hay comunidad del deseo, el
objeto a (causa de deseo) es imposible de ser compartido, pero si
otros se reunen para
hablar del Otro en
tanto tal sin que nadie lo encarne, eso se sostiene. Hablar con
otros del discurso, en este caso el analítico, como si fuese una
persona.
Jacques
Lacan en JORNADAS DE LOS CÁRTELES EN
LA ESCUELA FREUDIANA DE PARIS 12 y 13
de abril de 1975
.
iiIdem.
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