sábado, 8 de diciembre de 2012

La transliteración


Ejercicios literales: la transliteración
por Matías Eduardo Domínguez

La cuestión del rechazo del público hacia el psicoanálisis, considerados en bloque tanto uno como lo Otro, es, por supuesto, más compleja. No todo el público es igual, y parte de él no solo no rechaza las expresiones psicoanalíticas más osadas, sino que, en particular, las busca y las prefiere. Y tampoco todO el psicoanálisis es igual o presenta el mismo tipo de desafíos a sus lectores potenciales. Pero lo interesante es ahondar en qué es lo que ese supuesto rechazo tiene de cierto. O, mejor dicho, de qué habla. Es decir, qué pactos implícitos acerca de lo que el psicoanálisis es -o debe ser- transgrede, para el sentido común, eso que, en conjunto, se identifica como psicoanálisis...i
...La problemática del psicoanálisis a partir de Lacan, entonces, tiene que ver más con la identificación de sus principios constructivos -principios que son nuevos como tales pero que existen en el psicoanálisis, como elementos de un aparato (psíquico), desde Freud- que con el hecho de que, como suele decirse sin demasiado fundamento, plantee una ruptura radical con todo el pasado. Lo que sí existe, y esto no es responsabilidad del psicoanálisis exclusivamente, es una falta de frecuentación de los sistemas de escritura creados a partir del siglo XX. La lectura de un sistema de escritura (y cuando se habla de lectura, en este caso, no se hace referencia al dominio de las técnicas involucradas en un hecho estético sino a la posibilidad de apreciarlo) necesita de la práctica. Y esa práctica, en el psicoanálisis mucho más que en otros discursos, es sumamente escasa en el nivel del sentido común con respecto a lo sucedido en los últimos cien años...”ii

Son interesantes las discusiones que el mismo Lacan mantuvo al respecto con colegas, críticos y directores de orquesta. Solía criticársele el hecho de que él era 'un mal director', una especie de metrónomo que se limitaba a marcar con rigidez el tiempo. No había allí, se decía, flexibilidad, concepción expresiva, humanidad. Y era cierto. Pero lo que tampoco había era error. Los conductores de orquesta que buscaban -y en muchos casos lograban y aún lo hacen- mejorar el discurso de Lacan, humanizarlO, acercarlo a los cánones habituales de interpretación, sencillamente lo traicionaban. La concepción de Lacan es exactamente la que está en sus Scripta (comentada en su Seminario) y la tensión entre lo que el lector esperaría y esa especie de distancia afectiva a ultranza, es exactamente lo que él buscaba.”iii

Esta transliteración ha sido posible no sólo por los planteos de Diego Fischerman en su excelente libro, sino porque “la música y el psicoanálisis provienen del área de la estructura del lenguaje que, para mí, debe develarse, atesti-guarse, para hacer de ella una estructura como la que se ha descubierto (…) la topología.”iv

i
Transliteración de un fragmento del Capítulo 1 de Después de la música de Diego Fischerman. El término música contemporánea, en el original, ha sido reemplazado por el término psicoanálisis. Las cursivas indican la transliteración. El subrayado reemplaza las cursivas del original.
iiIdem.
iiiTransliteración de un fragmento del Capítulo 5 del mencionado libro. El nombre Stravinsky, en el original, fue reemplazado por el de Lacan. Las cursivas indican la transliteración. El subrayado reemplaza las cursivas del original. Las expresiones directores de orquesta, mal director, conductores de orquesta, están presentes en el original, ¿por qué la cursiva entonces?... “El emperador Juliano y su arte de escribir” de Kojéve, y “La persecusión y el arte escribir” de Leo Strauss, proveen buenas respuestas.
ivEntrevista a Jean-Michel Vappereau: http://www.elsigma.com/entrevistas/entrevista-a-jean-michel-vappereau/361

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