sábado, 5 de enero de 2013

La enseñanza marxista del psicoanálisis


Los analizantes: marxistas... pero de Groucho


Jamás aceptaría pertenecer a un club
que me admitiera como socio”.
GROUCHO MARX

    Entiendo al psicoanálisis como una práctica discursiva. Discurso, precisado por Lacan como la estructura de un lazo social, escrita en los matemas de los discursos.
     Hay por tanto sólo una estructura del Discurso del Analista, pero, en principio, cuatro formas que toma a partir de la enseñanza de Lacan: la cura, el cartel, el pase, y el control. Comentaré las dos primeras.
    En el cartel, se trata de dar continuidad, en otras coordenadas pero con la misma estructura discursiva, al trabajo analizante. «... es el modo del “ni sólo ni junto”. No puedo hacer solo más que si alguien me asiste bien , es decir me asiste sin asistirme. Se trata de sostenerse como interlocutor, sostener la atención flotante (…) es una modalidad ejemplar para la cura analítica, para el cartel también».i
     Debido al corte que hay entre saber y sexo, que el psicoanálisis precisa, el cartel se trata de una práctica con otros sin comunión. Nadie puede iniciar a nadie al saber, precisamente por ese corte.
      Como no puede compartirse el objeto causa de deseo, llamado objeto a por Lacan, lo que queda por hacer es: «...explicarse con esa estructura. Esto quiere decir dos cosas: uno se explica con alguien, o ante alguien, cuando tiene una diferencia con esa otra persona. Uno se explica, se da explicaciones con esa persona porque no está conforme. Y al mismo tiempo, la estructura de la que se trata es un medio de explicarme a mí mismo, a qué me refiero, qué soy, quién soy, cómo ocurren las cosas.»ii
       Esa estructura es la del discurso analítico, que precisamente por decir-bien que no hay iniciación al saber, por lo tanto tampoco transmisión del saber, es la única que permite este trabajo de enseñante que se-explica, no para enseñar a otro ni transmitir un saber, sino para instruirse; ya que esta advertido de que nadie lo instruirá a él. Es por eso que Lacan inventó el término analizante para referirse al enseñante en el discurso analítico.
      En la cura analítica se trata de ir a explicarse con alguien, enseñarle a un analista de qué se tratan las dificultades para sostenerse en la propia existencia, y de esa forma instruirse, comentarse, reescribir. Es justamente a contrapelo de la imagen social que está instalada: ir a ver a un profesional que sabe y va a enseñar qué hacer.
    Esta práctica del comentario, que implica tomarse como objeto es la que introduce Freud con el narcisismo.iii
Matías Eduardo Domínguez
Buenos Aires
5 de enero de 2013

iPierre Soury, “Cadenas, nudos y superficies en la obra de Lacan”, Buenos Aires, Xavier Bóveda Ediciones, 1984.
iiJean-Michel Vappereau, “Clínica de los procesos del nudo”, Buenos Aires, Ediciones Kliné, 1998,
iiiSigmund Freud, “Introducción al narcisismo”, Buenos Aires, Editorial El Ateneo, tomo 1, 2003.

1 comentario:

  1. Matías, estoy interesada en comunicarme con vos desde hace algún tiempo. Tengo una propuesta editorial para hacerte. Si pudieras pasarme tu correo electrónico, te lo agradecería. Saludos. Julia.

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