¿El ser humano-animal o el sujeto que ama y trabaja?
Aquello
que suele llamarse ser humano
no es un animal ni una máquina. Lacan usó el término «ser
hablante [parlêtre]»
para cernirlo mejor.
Incluso, por una homofonía
del francés, podemos hablar de «habla-letra
[parlettre]».1
Como siempre en Lacan, lo fundamental es la relación del sujeto al
lenguaje: la palabra hablada y la escritura que se practican en un
lazo social fijado por el lenguaje en una práctica efectiva.
El
habla-letra no
tiene una relación directa con el mundo, ésta es mediada por el
lenguaje. Si no fuese así, no existiría el incesto, por ejemplo.
Cuando vemos a una mujer o a un hombre, no vemos tan sólo a un
individuo de nuestra especie. Según la identificación sexual, la
estructura sintomática, y el fantasma, vemos un potencial partenaire
sexual, un rival, un maestro, un semejante, etc. ¿Acaso vemos de la
misma manera a nuestra madre que a cualquier otra mujer?
No
hay positivismo sostenible si no es a condición de concebirnos como
animales o máquinas, es decir sin lenguaje. Como un loro repite
señales acústicas, o una computadora emite señales gráficas, en
ninguno de los dos casos hay articulación posible de significación,
pues para eso hace falta que haya incorporales,
es decir la marca del cuerpo en el lenguaje.
El
insulto, palabra con peso en la significación, siempre ha tenido un
anclaje en el cuerpo y por lo tanto en el sexo (boludo,
pelotudo,
conchuda,
etc.). Hoy en día los chicos se dicen gato....
¿Qué
puede decir el psicoanálisis acerca de este estado de cosas? Hay que
apelar a la responsabilidad política de los analizantes.2
La actitud más común hoy en día es no precisar el estatuto lógico
del inconsciente freudiano,3
por lo tanto en psicoanálisis todo tiene que ver con todo, no se
puede decir asertivamente sí o no, cosa que Lacan criticó
fuertemente en su seminario sobre Los
problemas cruciales del psicoanálisis.
«Afirmar
es comprometerse, pero no es estar seguro...».4
Nos comprometemos en nuestra relación al lenguaje y sus
consecuencias sexuales, políticas, discursivas, o nos quedamos en la
animalidad antropomórfica....5
Ante las dificultades de la primera opción, Freud nos da la
respuesta: el psicoanálisis sirve para poder amar y trabajar; ante
la segunda opción.... tenemos el mundo de los últimos 70 años.
Matías Eduardo Domínguez
Buenos Aires
24 de mayo de 2013
1 Propuesta
de Jean-Michel Vappereau.
2 Matías
Eduardo Domínguez, «Algunas consecuencias políticas de la
diferencia sexual lingüística»,
en http://www.lecturastopologicas.blogspot.com.ar/2013/05/instancia-de-la-letra-y-sexuacion.html.
3 La
lógica modificada escrita por Vappereau a partir de su
lectura de los Scripta de Lacan y su asociación con el
seminario: es necesario agregar otra negación a las dos de
la lógica clásica.
4 Jacques
Lacan, «Acerca de la causalidad psíquica», en Escritos 1,
Siglo XXI Editores Argentina, Buenos Aires, 2007, p. 162. María
Inés Kaplan nos recordó esta cita.
5 Gilles
Lapouge, «Los filósofos no me interesan, busco a los sabios», en
Alexandre Kojève,
El
emperador Juliano y su arte de escribir,
Grama Ediciones, Buenos Aires, 2003, p. 58.
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