¿Hacia un
psicoanálisis lacaniano?
Por Matías E. Domínguez
“...
Mire a su alrededor. Todo, incluyendo las convulsiones del mundo,
muestra
que la historia está cerrada.
(…)
Nos dirigimos hacia un modo de vida ruso-americano,
antropomórfico
pero animal.”
A.
Kojéve.
Freud definió al psicoanálisis como:
un método de investigación, una técnica terapéutica, y una nueva
disciplina científica.i
Ese psicoanálisis terminó en el
atolladero posfreudiano del rebajamiento de la efectividad de una
práctica al ejercicio de un poder. iiAnálisis
interminables orientados a la identificación al analista, la
adaptación a la realidad, y la reeducación de las personas. No hay
posibilidades para la aparición del sujeto.
La recepción en la civilización de
la invención freudiana anuló su efecto subversivo. ¿Por qué?
Lacan, atravesado por la enseñanza de Kojeve, dará las indicaciones
para la elaboración de una respuesta, y lo hará en términos de
discurso. Aquello que se fija, se cristaliza, a través del lenguaje;
un lazo social. “Un discurso está definido por las coordenadas
prácticas que delimitan el objeto, coordenadas de lugar (espacio y
topos), de números (tiempos, monedas), de letras (textos, palabras
trabajadas por la escritura).”iii
Lacan advirtió
que la invención freudiana debía ser elaborada discursivamente para
crear las condiciones necesarias, la coerciones específicas, que
permitieran cernir los efectos del psicoanálisis en la civilización.
Es por eso que hablará de discurso analítico.
Por otro lado se
puede observar la preocupación lacaniana en crear las condiciones
para la práctica de este nuevo lazo social: fundación de una
Escuela, el cartel, el pase.
A partir de esto,
no hay clínica psicoanalítica (método de investigación, técnica,
y disciplina en interacción con otras) sin discurso, sin un lazo
social en el que se ubique y oriente su práctica en la civilización,
en relación con otros discursos. Esta es la única forma en la que
el psicoanálisis no será una entelequia, un artificio intelectual
sin efectividad; ni una simple técnica sin ética, sin
responsabilidad política.
Un discurso nuevo
donde el que trabaja paga y es responsable de lo que produce, donde
el analista no es un profesional colegiado, ni un técnico
especializado en el inconsciente, donde a los escritos se los puede
llevar el viento, pero las palabras permanecen y llaman a la
responsabilidad de quien las profiere.
Lacan insistirá
en que el sujeto del psicoanálisis es el sujeto de la ciencia,
debatiendo constantemente con ella. De ahí la inédita forma en que
en psicoanálisis se conciben el saber y la verdad.
Koyré
proveerá los elementos (datos leídos, Ps en el esquema de la carta
52 de Freud) que permitirán comenzar a precisar la escritura de un
fantasma a partir de la indicación dada por Lacan: “Quisiera
hacerles observar que lo que se llama ‘lo razonable’
es un fantasma, es totalmente manifiesto en el comienzo de la
ciencia. La geometría euclidiana tiene todas las
características del fantasma. Un fantasma no es un sueño,
es una aspiración.”iv
Al
año siguiente su seminario llevará por título “La topología y
el tiempo”. En el siglo XIX, fueron tres grandes analizantes, en la
matemática; Gauss, Lobachevsky, y Bolyai; quienes atravesaron el
fantasma euclidiano para inventar otra geometría, que dará sólidos
fundamentos al analysis-situs de Leibniz, que con Listing devendrá
topología. El primero no se animó a publicar su trabajos de
geometría no-euclidiana en vida, Bolyai publicó sus trabajos pero
no pudo soportar sus efectos, Lobachevsky publicó sus Nuevos
Elementos de Geometría y corrió
a refugiarse en la universidad (al igual que Hegel luego de escribir
La fenomenología del espíritu)...
Freud aún no había aparecido en la escena.
En
1920 (85 años después) Freud escribirá “Del otro lado
del principio del placer”… comienza
a reescribir su axiomática. Por esos años el debate Hume-Kant se
dirime en las matemáticas entre formalismo e intuicionismo. En la
próxima decada comienza el Seminario...
Allí
Kojéve abordará el impacto de la ciencia en la civilización, sus
consecuencias políticas y estéticas, fundando una inédita forma de
enseñanza que Lacan retomará. Hablará de fin de la historia y más
tarde de la nueva animalidad, ambas nociones solidarias a la
elaboración de Heidegger de acabamiento de la filosofía. v
Jakobson,
Trubetzkoy, y Lévi-Strauss; sentarán coordenadas para que en ese
paradigma Lacan opere con el psicoanálisis, vía el recurso a las
matemáticas, para ir hacia la resolución del problema que ha
llevado hacia el pseudo discurso del capitalismo científico (y que
éste hizo explotar). El materialismo literal lacaniano (la palabra y
la escritura consideradas materialmente, como objetos) será clave
para este trabajo.
Hay coordenadas,
indicaciones, señalamientos en la obra de Lacan para continuar la
elaboración que el no terminó de condensar (la disolución de su
Escuela debe ser leída en este contexto), el hecho de que este
trabajo no sea rebajado a un catecismo, a una ciega militancia, o
academicismo sin consecuencias; dependerá de una práctica
discursiva, de un lazo social efectivamente realizado que lo
sostenga.
iS.
Freud; Psicoanálisis y teoría de la libido.
iiJ.
Lacan; La dirección de la cura y los principios de su poder.
iiiJ.M.
Vappereau; 4≠3, discours entre groupe et
foule.
ivJ.
Lacan; El momento de concluir.
vM.
Heidegger; El fin de la filosofía y la tarea de pensar.
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