lunes, 2 de julio de 2012

No hay inconciente (Si no se lo lee)

No hay inconciente (Si no se lo lee)
Por Marcelo E. Esmoris



La estructura del inconciente tal como Freud la introdujo, necesariamente exige ser leída. Por esto es necesario analizar el término "Pulsión", concepto freudiano retomado por Lacan en su seminario, como unos de los conceptos fundamentales del psicoanálisis.
En primer lugar, se confunde el término alemán TRIEB, erróneamente traducido y divulgado como "instinto" o "pulsión".
Su sentido originario se vincula con el "movimiento" -desvío, deriva-, se puede leer entonces un desvío por el lenguaje en relación a la función orgánica en el sujeto, Lacan en su escrito(1) dice que hay un desvío de las necesidades del hombre por el hecho de que habla, y es una función del lenguaje.
Esta dinámica es algo que justamente no ocurre en los animales, sus conductas son absolutamente fijas, por lo tanto allí sí podemos hablar de una dimensión instintiva y podemos estudiar con la etología que en el instinto animal no hay deriva posible no hay desviación posible, esto hace que haya conductas precisas en los animales, acotadas a su instinto sexual y de supervivencia. Por lo tanto, no hay posibilidad de lectura, en el mundo animal hay códigos y no existe la dimensión del equívoco, ni del engaño ni del olvido, así como en el campo de la sexualidad no hay desviaciones, ni transformaciones de ningún tipo, (un perro es para una perra y viceversa, no existen perros sados masoquistas, ni hay travestismo en los animales).
Va a ser con Freud y Lacan que podemos hablar de la especie "ser parlante" (en francés se escribe parlêtre, que podemos traducir preferentemente por habla-letra), ya que el lenguaje tiene un doble aspecto, la posibilidad de la palabra hablada o su versión de escritura. Una no es el duplicado de la otra ni tampoco hay prevalencia de una instancia sobre la otra, y es por que el lenguaje no es un código (2) está hecho exclusivamente para comunicar que quedamos excluidos del mundo de la perfección animal, entramos en otro terreno, el del malentendido.
Hay una deriva del lenguaje, y frente a ese desvío no importa cuál grafismo puede servir de letra para escribir, así como cualquier función del cuerpo puede ser utilizada e incluso tampoco importa qué objeto ni qué miembro del grupo al cual frecuentamos, todos ellos pueden servir como elemento de escritura, por ejemplo en el sueño, y eso es el TRIEB, el desvío. El sueño es la realización de un texto en el cuerpo y exige ser leido.
Freud rápidamente se dio cuenta que el cuerpo funciona gracias a la letra, y la escritura transforma todas las funciones del cuerpo. Podemos decir que el cuerpo sobrevive gracias a una enfermedad psicosomática, la vida es una enfermedad psicosomática, es una escritura con su cuerpo y diferentes objetos, de una historia absolutamente extraordinaria, disparatada que no tiene ni pie ni cabeza, que tiene una estructura gramatical y eso tiene un nombre en psicoanálisis: Fantasma.
Por lo tanto eso empuja, hay una necesidad de escribir, es la necesidad de desviar, si no el cuerpo muere. Con esta famosa historia de pulsión de muerte, entendemos que el cuerpo inexorablemente muere, pero gracias a la desviación, al TRIEB, va a ser una muerte que está desbaratada por la desviación, él va a superar esa muerte haciendo vueltas alrededor, y las vueltas van a ser cada vez mas grandes. Esto da la civilización, da la ciudad, da el mundo.
Como cualquier objeto de lo que se llama realidad puede ser tomado como un carácter de escritura, eso necesariamente transforma completamente la relación del cuerpo al mundo, a la realidad.
La diferencia entre el psicoanálisis y otras disciplinas, es que estas últimas quieren reducir los objetos, la función orgánica a funciones naturales; sin saber muy bien que es. Y vemos con Freud aparecer este notable descubrimiento de esta especie habla-letra en la que el lenguaje llega al mundo por su intermedio y realiza el lenguaje en el mundo y además cambia al mundo.
Si no hay mas nada que quede del mundo sin ser simbolizado, si no hay nada natural, si no hay realidad que no esté mediatizada por el lenguaje: ¿Qué nos queda como realidad? Este gran debate entre realismo e idealismo desarrollado en el campo de la filosofía se fue apagando sin conclusiones por no encontrar salida a sus disputas ideológicas.
No es con Freud que podemos pensar que la vida es un sueño y que no hay mas realidad, pero él ve que hay una realidad psíquica(3) y que en ella hay un núcleo de verdad histórica, incluso en los delirios. A estas categorías freudianas, Lacan a lo largo de todo su trabajo las fue precisando hasta dar un acabamiento del modo de pensar la estructura.
Hay una racionalidad freudiana que no es estrictamente científica, Freud movió esa razón con la cuestión del inconciente, inventando otra lógica ligada a la práctica de la letra, hay ahora objetos que no sirven para nada y de eso se ocupa el psicoanálisis.
¿Por qué alguien va a poder experimentar una excitación sexual con un par de zapatos?
¿Por qué alguien va a permanecer impávido frente a un pequeño animal?
¿Qué es el deseo?
¿Cómo estos objetos nimios van a provocar tanta fascinación o temor?
¿Cómo es posible transformar un objeto cualquiera o alguien, en algo que vamos a desear?
El inconciente escribe, solo hay que aprender a leerlo.
Hay un rechazo contemporaneo del inconciente freudiano: las ciencias, las religiones y todas las culturas precedentes nos invitan a compararnos con máquinas y con organismos animales, eso da consistencia a un modelo de discurso y las consecuencias nefastas están a la vista.
Soy una máquina versión científica?, ¿Soy un animal?
No. Eso se llama psicosis. Soy un sujeto del lenguaje que, no es ni máquina ni un organismo exclusivamente.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS: (1) J. Lacan "La Significación del Falo". (2) E. Benveniste "Comunicación animal y lenguaje humano". (3) S. Freud "La represión" , "La interpretación de los sueños", "Pulsiones y destinos de Pulsion".

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